El fin de semana pasado tuvo lugar en el colegio mayor nuestra tradicional “fiesta de bares”. En ella, los colegiales forman grupos para sacar adelante su propio bar y defender la gastronomía de su tierra.

La mañana estuvo tranquila, por el 5.1 algunos se despertaban con el apetecible aroma del asado chileno que comenzó a preparar con gran antelación “Antoñito”. Conforme llegaban el resto de bares se escuchaban las voces y los cuchillos de los cocineros preparando su plato estrella. Mientras, otros “platos” con menos elaboración como el rebujito de los andaluces, calmaban la sed de los cocineros.

Ya iban estando listos los platos y por fin llegaron los jueces, que se sorprendieron con platos como la hamburguesa de ciervo del teniente o el plato alpujarreño de los granadinos. La temperatura subía, y no solo por el sol, sino también por las bebidas estrella: el “pisco sour” y el rebujito, tan acorde a estas fechas de feria; todo ello animado con el vestuario tradicional aragonés que incluyeron los maños.

A pesar de este rato de calor, no pudimos escondernos de las nubes que se aproximaban, que nos cubrieron de lluvia exigiendo ciertos “sacrificios humanos”, que fueron satisfechos cuando diversos colegiales fueron sentenciados con la piscina.

Tras este baño inesperado, los aragoneses mostraron un gran tesón y acabaron ofreciendo su plato de migas como merienda.


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